El cacahuete almacenado con un contenido de humedad superior al 10% es propenso a la infección por Aspergillus.
Si las bolsas de almacenamiento se colocan directamente sobre el suelo, absorberán la humedad de la tierra, lo que aumenta el riesgo de infección por hongos y de posibles aflatoxinas. Un exceso de humedad en el exterior de las bolsas -ya sea por un techo con goteras o por las ranuras de ventilación- puede aumentar el riesgo.
Los daños causados por insectos, como la polilla de la harina o el gorgojo del grano, también aumentarán el potencial de desarrollo de moho y la acumulación de aflatoxinas.
Si los roedores u otras plagas hacen agujeros en los sacos y empiezan a alimentarse de los cacahuetes, puede entrar humedad en el saco y las plagas pueden dañar los cacahuetes, dos factores de riesgo de infección.