Las pruebas de detección de aflatoxinas pueden ser necesarias en muchos escenarios diferentes y con cultivos de tamaños muy distintos. Es posible que los investigadores necesiten ensayar parcelas de campo mientras evalúan las mejores variedades y prácticas de producción para reducir la contaminación por aflatoxinas. Los compradores, vendedores y fabricantes deben analizar las existencias para asegurarse de que los niveles de aflatoxinas están por debajo de los límites reglamentarios.
Una persona puede querer comprobar los niveles de aflatoxinas en sólo unos pocos sacos de 50 kg almacenados en la cabaña de un agricultor, en grandes contenedores utilizados para transportar cacahuetes de la explotación a un punto de compra o en un almacén que almacena cientos de sacos de frutos secos.
Aunque el método de ensayo puede ser el mismo, determinar cuándo y cómo muestrear correctamente el producto es todo un reto.
El lote de cacahuetes que hay que analizar puede ser de muchos tamaños diferentes:
- Parcelas pequeñas y grandes
- Un solo saco de 50 kg
- Múltiples bolsas de almacenamiento pequeñas y grandes
- Cacahuetes en movimiento a lo largo de una cinta transportadora
- Un contenedor grande
- Un almacén