Una vez que haya completado su análisis de peligros y documentado cómo pretende controlar esos peligros, tendrá que confirmar que los controles pueden funcionar. Además, tendrá que establecer procedimientos que demuestren que las medidas de control funcionan realmente.
En la validación, se recopilan datos para confirmar que el control que se ha elegido tiene realmente la capacidad de controlar el peligro. Estos datos deben basarse en hechos científicos aceptados. Esta información debe obtenerse de:
- Publicaciones científicas sobre el peligro específico
- Requisitos reglamentarios y orientaciones sobre el peligro
- Consejos de expertos
- Realización de estudios de confirmación en planta (estudios de validación)
La verificación es diferente de la supervisión, pero consiste en comprobar que las cosas funcionan según lo previsto. Las actividades de verificación deben incluir:
- Una segunda persona que revise los registros del control realizado por otra persona
- Auditoría de los procedimientos para comprobar que se realizan correctamente
- Pruebas de materias primas y productos terminados
- Calibración de equipos para garantizar su correcto funcionamiento
También debe confirmar que el sistema global se aplica eficazmente y funciona según lo previsto. Esto se hace auditando el plan de seguridad alimentaria, observando que se completan las actividades de seguridad alimentaria, entrevistando a los empleados para confirmar que entienden el plan y revisando los registros de seguimiento, calibración, acciones correctivas y programas de proveedores.
También debe confirmar que todas las actividades cumplen los requisitos reglamentarios.
Por último, debe asegurarse de que se recopilan y conservan todos los registros necesarios para un programa eficaz de seguridad alimentaria.