Si ha tenido que retirar un producto, su proceso ha mostrado un problema grave, y debe hacer todo lo posible por identificar cualquier deficiencia de su sistema que deba corregirse o mejorarse. Los gestores deben revisar a fondo el plan de seguridad alimentaria como parte de la acción correctiva. Todas las personas implicadas en la retirada y el resto del personal pertinente deben reunirse y debatir lo que han aprendido y las medidas necesarias para evitar el problema en el futuro. Una vez identificados los cambios que deban producirse, deberá volver a formarse al personal adecuado.