Aunque el consumo de cualquier cantidad de aflatoxina es potencialmente peligroso, es casi imposible eliminar por completo todas las aflatoxinas de los alimentos y piensos. Por ello, muchas organizaciones y países limitan la cantidad de aflatoxina -como aflatoxina total y/o de un solo tipo, normalmente aflatoxina B1- que puede estar presente en alimentos y piensos.
Basándose en estudios médicos, EE.UU. ha establecido el siguiente nivel mínimo total de aflatoxinas para los alimentos destinados a personas y animales:
La UE ha establecido un límite de 4 partes por billón (ppb) de aflatoxinas totales en la alimentación humana y de 20 ppb de aflatoxina B1 en la alimentación animal. Otros países han establecido límites similares a los de EE.UU. o la UE.
Los niveles en el rango de ppb son cantidades extremadamente bajas, comparables a un grano de arroz en una bolsa de 50 kg o a una gota de agua en una piscina. Ppb también puede expresarse como ug/kg (microgramo por kilogramo).