El moho puede infectar al cacahuete hacia el final del periodo vegetativo, unas semanas antes de la cosecha. Dado que los cultivos fuertes tienen cierta capacidad para frustrar la infección, las amenazas a la planta y a los frutos secos pueden hacerlos más susceptibles al moho y a una mayor contaminación por aflatoxinas.
La infertilidad del suelo, en particular la insuficiencia de calcio, que la planta necesita para el desarrollo de las semillas, puede hacer vulnerables a las nueces. La presión de las malas hierbas, los daños causados por insectos o las enfermedades, como la mancha foliar, la roya de la hoja o el virus de la roseta, pueden aumentar las probabilidades de infección.
La sequía es la condición más importante que favorece la infección por Aspergillus.
Si la planta de cacahuete crece sin estrés grave, es mucho más probable que combata la infección por Aspergillus y muestre un nivel reducido de aflatoxinas.