La densidad de plantas es importante para el cacahuete. Unas plantas demasiado escasas permiten que las malas hierbas tomen el control y reducen el rendimiento. Demasiadas plantas es un desperdicio de semillas, crea hacinamiento y, al mismo tiempo, no aumenta el rendimiento.
Una densidad ideal es de unas 180.000 plantas/ha para los tipos Virginia y de 270.000 para los españoles.
La densidad viene determinada por la separación entre hileras y la separación entre semillas en cada hilera.
La distancia entre hileras suele ser de unos 75 cm. La separación entre semillas suele ser de 15 cm para los tipos Virginia y de 10 cm para los españoles.
Con estos espaciamientos, las densidades potenciales de plantas serían de 89.000 para Virginia y 133.000 para España, por debajo de lo ideal. Para alcanzar las densidades ideales, plantar una doble hilera de semillas a 25 cm de distancia en cada lecho duplica la densidad a 178.000 y 267.000.
Aunque plantar con la densidad adecuada es importante, la densidad final de plantas depende de la germinación de las semillas. Si algunas zonas del campo no germinan bien, o las semillas son destruidas por las lluvias o las plagas, se pueden plantar nuevas semillas en esas zonas lo antes posible.