El cacahuete es susceptible al moho, que puede producir una toxina que, con el tiempo, puede provocar retraso del crecimiento en los niños, cáncer en los adultos o incluso la muerte.
El tipo más común de este moho es el Aspergillus flavus (o A. flavus), que puede producir aflatoxina, un tipo de micotoxina. Aunque los granos infectados por A. flavus pueden estar descoloridos o deformados, la toxina es inodora e insípida, lo que la hace especialmente peligrosa.
Los agricultores retiran las nueces evidentemente infectadas para reducir el riesgo de contaminación, y los procesadores realizan pruebas para detectar la contaminación por aflatoxinas. Se pierden miles de millones de dólares del comercio potencial porque los cultivos no pueden cumplir los límites de aflatoxinas.
El riesgo de A. flavus es mayor cuando:
- El tiempo es caluroso y seco
- El cacahuete solo o el cacahuete y el maíz se cultivan en rotación
- La cosecha no se seca correctamente